La soberanía nacional como derecho fundamental en una democracia:

Teoría sobre el Estado:
Cuando se trata de definir el concepto de Estado se suele caer en la misma conclusión: '' Un Estado es una organización política y social, esta consta de un gobierno (no confundir con el término de gobierno como institución del poder ejecutivo) , una población, territorio, soberanía e independencia''.
El problema con la definición que hace que el término Estado quede como un concepto vacío y difuso   en el imaginario político, no se puede dejar sin forma a un concepto con tanta relevancia en la realidad social.
Para poder dar una definición que nos pueda dar una ''visión tangible'' sobre qué es  un Estado, tenemos que atomizar sus componentes y llegar a la raíz y origen de sus componentes.
En un primer lugar vamos a dividir sus componentes en variables y no variables.
Entre los componentes variables del Estado, es decir aquellos componentes que no son estables en el tiempo ( y no por ello menos importante), encontramos la población y el territorio.
Entre los componentes permanentes encontramos al gobierno, es en este término donde podemos empezar a desglosar y dar forma al Estado, el gobierno sería el conjunto de instituciones (parlamento, ejecutivo, tribunales, etc).
Cuando se habla de instituciones del Estado o Gobierno se habla de Arkhé, es decir el gobierno es poder institucionalizado, un poder que usa el reconocimiento social como fuente de vida, es un reconocimiento y un imaginario que construye realidad.
El Estado soberano se fundamenta en ese poder institucionalizado que ejerce su influencia sobre un territorio y población determinada.
La soberanía nacional y el Estado democrático:
Una vez definido el concepto de Estado, podemos pasar a ver quienes son las autoridades que actúan como titulares de dichos poderes, en este caso no trataremos quienes ostentan los poderes del gobierno, sino quien ostenta la titularidad y es reconocido como soberano del Estado.
La soberanía se define como la autoridad en la que reside el poder político del Estado, pero la soberanía no solo queda un estatus de autoridad sino que también es un derecho de propiedad del Estado.
Cuando se habla de un soberano, la mayoría divisa la imagen medieval del rey absoluto o autoritario, pero en la realidad política actual encontramos que la soberanía puede residir en otras personas o instituciones, por ejemplo la soberanía que reside en el parlamento.
Es por esta razón que en aquellos Estados que se dicen democráticos, su soberanía debe de ser nacional.
En la soberanía nacional la autoridad reside en el pueblo y se materializa en sus instituciones de representación ( En España el Parlamento), es el pueblo quien debe poseer la propiedad del país, ya que la propiedad es lo que da poder.
El gobernante debe obtener el reconocimiento y confianza del ciudadano para poder ejercer su autoridad, ya que el ciudadano es libre por naturaleza  y no súbdito de una institución.
Es evidente que el Estado es una forma de asociación política que es impuesta y no surge de la libre asociación de individuos, por eso debido a que la abolición del Estado es una visión extremadamente utópica e irreal, la propiedad y autoridad política de dicha unión social que es el Estado, debe recaer sobre los individuos que lo componen , y de forma igualitaria, esta es la forma más óptima para llegar al pleno desarrollo del ciudadano libre.
La soberanía nacional también toma un papel muy importante en los conflictos originados por el nacionalismo disgregador.
Para explicar este punto usaremos el caso de la comunidad autónoma española de Cataluña.
Desde las formaciones nacionalistas catalanas se pide que se realice un referéndum en la región para decidir su independencia del Reino de España, toda esta situación la argumentan bajo un discurso de supuesta democracia y derecho a decidir, pero es obvio que este discurso se fundamenta en el simplismo, que aplicando lo comentando previamente y la legalidad española, cae por su propio peso.
La Constitución Española dice en su artículo 1.2: '' La soberanía nacional reside en el pueblo español, de donde emanan los poderes del Estado''. 
Por lo tanto la Constitución reconoce la existencia de soberanía nacional, esto hace que la propiedad de España se adscribe al pueblo español, esta condición de soberano del pueblo español hace que un referéndum secesionista en la región catalana se convierta en un robo a la propiedad de todo un pueblo, ya que este se realizaría sin que el propio pueblo español ceda su soberanía para la realización de dicho referéndum.
Son estas razones las que ligan la soberanía nacional con la democracia, ya que para que el pueblo ostente el poder en un Estado debe ser el propietario del Estado en sí.
 Soberanía nacional - Wikipedia, la enciclopedia libre

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